La conclusión dada por Labocar, a primera vista, sustentaría la hipótesis esgrimida por la familia del niño, que apunta a un posible secuestro, dada la data de muerte del cuerpo y el periodo en el cual estuvo perdido.
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Continúan revelándose nuevas aristas dentro de la investigación por la muerte del pequeño Tomás Bravo, el niño que desapareció el pasado 17 de febrero en el sector de Caripilún, en las cercanías de Arauco, región de Biobío, cuyo cuerpo apareció nueve días después.
Según el informe entomológico realizado por personal de Labocar de Carabineros, revelado por Chilevisión, de los estudios del cuerpo del menor se arrojaría una data de muerte de 2 a 3 días, contraponiéndose con los resultados conocidos este jueves del informe del deceso realizado por el Servicio Médico Legal que dispuso una data de al menos 5 días.
La pericia policial se basó en el estudio de los insectos que se encontraron en el cuerpo del menor, en el lugar del hallazgo y en la casa de su familia, los cuales fueron analizados por personal experimentado.
La conclusión dada por Labocar, a primera vista, sustentaría la hipótesis esgrimida por la familia del niño, que apunta a un posible secuestro, dada la data de muerte del cuerpo y el periodo en el cual estuvo perdido. Sin embargo, también contraviene la causa de inanición, deshidratación e hipotermia que afirmó el informe del SML.
Cabe recordar que este miércoles, la fiscal a cargo del caso, Marcela Cartagena, declaró que tuvo acceso al informe de Carabineros, el cual no satisfizo a la parte querellante "sobre todo del punto de vista de la base científica de sus conclusiones", por lo que solicitó un nuevo peritaje a cargo de profesionales de la Universidad de La Frontera.
A los estudios conocidos, se suma un examen histopatológico que descartaría la hipótesis de un posible ataque sexual en contra del menor, en línea de lo expresado por el SML.
PURANOTICIA
