El hijo del único imputado por la muerte del menor de 3 años hizo declaró ante la prensa tras la salida de su padre desde la Defensoría Penal Pública de Talcahuano.
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La tarde de este jueves se hizo efectiva la salida de la cárcel de Jorge Eduardo Escobar Escobar, tío abuelo y único imputado por la muerte del pequeño Tomás Bravo, de 3 años, quien estuvo desaparecido por nueve días hasta ser hallado sin vida el pasado viernes.
El acusado no quiso hacer declaraciones tras salir de las dependencias de la Defensoría Penal Pública de Talcahuano, y raudamente subió a un automóvil que lo dirigió hacia su actual residencia.
Quien sí se dirigió a los medios fue su hijo Jorge, quien se refirió duramente al desarrollo de la investigación y al trabajo de la fiscalía.
"Se demoró un poco, pero salió todo como esperábamos. Está más tranquilo ahora, dentro de todo lo que le pasó en la cárcel. No estaba preparado para esto, y espero que con esto bajen la revolución con él", declaró el hijo, quien además comentó que su padre estuvo aislado en lo que duró su detención.
En la misma línea, Escobar manifestó que su padre "es inocente y no hay ninguna prueba que lo culpe (...) mi papá está destrozado, se siente culpable solamente por dejarlo ahí (a Tomás)", en alusión a que fue la última persona que vio con vida al menor antes de desaparecer en el sector denominado Caripilún.
"Le decíamos que debía estar tranquilo y no ceder a la presión que le metieron, porque si se inculpaba, los culpables de este crimen van a seguir sueltos", sostuvo, además de criticar tanto a los persecutores como a los medios de comunicación.
"La fiscalía ha hecho un trabajo horrible, y los medios de comunicación han destrozado la reputación de mi papá. El fiscal ha hablado sólo estupideces, y no tiene pruebas contra él", sentenció Escobar, quien señaló que la familia se encuentra algo más tranquila tras las convulsionadas jornadas.
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