Presidente de Estados Unidos explicó que cuando tenían todo listo preguntó cuántas personas morirían", y que al saber que la cifra era 150, declinó realizar el ataque.
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El presidente estadounidense, Donald Trump, reconoció este viernes que estaba dispuesto a atacar a Irán en represalia por el derribo de un dron en el Golfo, pero que decidió dar marcha atrás en el último momento porque la respuesta no habría sido "proporcionada".
"Teníamos todo listo para responder anoche en tres puntos diferentes", explicó, y agregó que en ese momento "pregunté cuántas personas morirían", precisando que la respuesta que le dio un general fue 150.
"10 minutos antes del ataque lo paré", precisó, confirmando así la información adelantada horas antes por el New York Times. Según Trump, "no habría sido proporcionado por el derribo de un dron no tripulado".
"No tengo ninguna prisa", aseguró en una serie de mensajes en Twitter, defendiendo que el Ejército estadounidense "está listo y es de lejos el mejor del mundo" y que "las sanciones están haciendo daño y se añadieron más la noche pasada".
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"Irán nunca podrá tener armas nucleares, no contra Estados Unidos y no contra el mundo", recalcó, criticando una vez más el "desesperado y terrible acuerdo" alcanzado por su predecesor, Barack Obama, y las grandes potencias mundiales con Irán en 2015.
En su opinión, el acuerdo lo que hizo fue "rescatar" al país económicamente y le dio rienda suelta para dotarse de armas nucleares y hacerlo "pronto". "En lugar de dar las gracias, Irán gritó 'Muerte a América'" por eso él -explicó- optó por abandonar el acuerdo y ordenar "fuertes sanciones".
"Ahora son un país mucho más debilitado de lo que lo eran al inicio de mi Presidencia, cuando estaban provocando graves problemas en todo Oriente Próximo", defendió el Mandatario, asegurando que Irán actualmente está "en quiebra".
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