"Fue lo más recomendable, por un tema de seguridad", reconoció el presidente de la Corporación Santiago Wanderers, Mario Oyer.
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La semana pasada, la preocupación había llegado a Santiago Wanderers por el posible contagio de coronavirus del defensa Daniel González, quien luego fue sometido a un examen que arrojó negativo y el club informó que sólo era un "resfrío normal".
Sin embargo, nuevamente las alarmas se encendieron en el cuadro caturro, después de que una funcionaria del club presentara síntomas sospechosos al COVID-19, por lo que el elenco porteño decidió cerrar su sede en calle Independencia de Valparaíso como prevención hasta el 30 de marzo.
"Fue lo más recomendable, por un tema de seguridad", reconoció el presidente de la Corporación Santiago Wanderers, Mario Oyer, a El Mercurio de Valparaíso.
"Vamos a esperar lo que dicen los resultados de los exámenes para saber quiénes deberán asumir una cuarentena, sin embargo, a esta altura lo mejor es tomar las precauciones para que el tema no pase a mayores", añadió el directivo.
De esta manera, la medida se suma a la suspensión de los entrenamientos del Decano en el complejo de Mantagua, para así evitar posibles nuevos contagios de la pandemia.
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