Investigación también arrojó que luego de cometido el asesinato, Francisco Silva y Johanna Hernández trasladaron el cadáver a Laguna Verde, lugar donde lo desmembraron.
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Detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) entregaron detalles de las pericias llevadas a cabo en el marco de la investigación del asesinato y posterior descuartizamiento del profesor Nibaldo Villegas, crimen registrado en agosto del año pasado en la comuna de Villa Alemana y posteriormente en el sector de Laguna Verde, en Valparaíso.
Dentro de lo revelado por los oficiales de la policía civil en el cuarto día de juicio oral, y según consigna Cooperativa, acreditaron que tanto Johanna Hernández como Franciso Silva, los dos imputados por la brutal acción, estaban en la vivienda del docente al momento del asesinato, y que su cuerpo fue posteriormente trasladado y desmembrado en la playa Las Docas, al sur de la comuna de Valparaíso.
El subcomisario Gabriel Alarcón explicó que el crimen "fue planificado inicialmente y esa planificación lleva a que al interior del dormitorio, físicamente ambos estaban al momento de que se ejecuta la acción violenta que le provoca la muerte a la víctima".
De igual forma, sostuvo que "Laguna Verde ofrece el espacio abierto, cerrado, caminos y nula gente transitando que les permitiese actuaciones violentas con el cuerpo, y una de ellas está graficada y expuesta en esta audiencia que fue al interior de la fogata".
Pese a que gran parte del crimen ya fue establecido, aún resta por conocer quién fue el autor de la muerte del profesor oriundo de Villa Alemana, ya que Hernández acusa a Silva y viceversa.
La ex esposa de Nibaldo Villegas aseguró en el primer día de juicio oral que actuó en el crimen "por temor" a Francisco Silva, su pareja al momento de los hechos. De igual forma, indicó que fue él quien degolló al profesor, en medio de una discusión, y que le había dicho anteriormente que "ese hueón no debía existir, que en cualquier momento él lo hacía desaparecer".
Por su parte, Francisco Silva dijo en el segundo día que Johanna Hernández "me pidió que buscara sicarios", cuando en marzo de 2018 ella supo que Nibaldo Villegas se quedaría con la custodia de la hija de ambos. También confesó que le había llevado 30 pastillas de clonazepam molidas y que la esperó en el auto hasta que lo llamó, ya con el crimen a cuestas.
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