Al menos 30 personas han entorpecido la investigación y el proceso de trazabilidad por entregar información falsa o incompleta.
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Lass polémicas continúan tras las fiestas ilegales que se registraron en las últimas semanas en Cachagua, comuna de Zapallar, en la región Metropolitana.
Cerca de 300 jóvenes participaron en estos eventos donde no se resperaton las medidas básicas para evitar contagios de Covid-19. Hasta el momento, el brote alcanza a 53 personas contagiadas y otras 107 son sindicadas como contactos estrechos.
Tres querellas y dos denuncias está analizando la oficina del Ministerio Público de La Ligua, donde las reclamaciones interpuestas por el intendente de Valparaíso Jorge Martínez, y el abogado Luis Mariano Rendón, apuntan al supuesto organizador de las fiestas en Aguas Claras, Samuel Israel, un conocido piloto de rally.
Según La Tercera, también se apunta al restaurante "Santo Diablo", donde se realizó una de las fiestas con un aforo que fue ampliamente mayor al permitido.
Pero también el seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, confirmó que denunciaron a más de 20 jóvenes por obstrucción a la investigación porque "muchos dieron escasa información de los contactos estrechos".
Y según publica el citado medio, los primeros antecedentes sobre esta información incompleta o falsa que maneja la fiscalía es una lista de 30 personas, donde algunos se niegan a responder y otros que están contagiados, de igual manera niegan haber participado de la fiesta, aunque aparecen en los videos que se filtraron en las redes sociales.
Además, otros jóvenes se niegan a ser testeados, relatos contradictorios entre ellos, que impiden chequear las identidades de los asistentes.
Pero una de las situaciones más curiosas se dio entre las revisiones de los contactos estrechos, donde apareció una madre que negó conocer a su hijo.
Incluso hay casos de asistentes a las fiestas que están inubicables en los domicilios conocidos.
Sobre esto se refirió Luis Cortez, fiscal jefe de La Ligua, quien señaló que se está indagando la "propagación de contagio a sabiendas, lo que implica una pena mayor, ya que con la modificación al código penal se definió dejar una infracción sobre insalubridad, o sea, se sanciona a quienes exponen peligro, por lo que puede llegar a tres años de presidio".
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