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La columna de Jaime Perry: Demanda Ciudadana, ¿Es la Asamblea Constituyente?

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Ex consejero regional analizó la renuncia de Jorge Sharp a Convergencia Social, asegurando que "no se sintió acompañado por sus pares en sus caprichos marxistas y responde con una pataleta totalitaria al más puro estilo bolchevique".

La columna de Jaime Perry: Demanda Ciudadana, ¿Es la Asamblea Constituyente?
Martes 19 de noviembre de 2019 08:42
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Columna de opinión: Jaime Perry, ex consejero regional de Valparaíso.

Sharp tiene razón en renunciar a su partido. No se sintió acompañado por sus pares en sus caprichos marxistas y responde con una pataleta totalitaria al más puro estilo bolchevique: "My way or no way"; Mi camino o no hay camino. Y se fue con su rebaño de ovejas (72) a pastar a otra pradera donde le sea más fácil corroer la paz y el entendimiento constitucional. Ojalá el destino que elija sea Punta Arenas, su región de siempre, con muchas ovejas, grandes praderas y lomajes suaves, donde le puede resultar más fácil pastorear. Por cierto, váyase tranquilo, que en Valparaíso no lo echaremos de menos, más bien "lo echaremos de más".

Pero esta oveja no es tan tierna como pretende mostrarse y por mucho que trate de convencer a personas incautas sobre la participación ciudadana, los pueblos de Chile, el estado plurinacional, el poder y la dictadura del proletariado y otras frases típicas de la "Democracia Marxista", su insistencia en una Asamblea Constituyente como fórmula para escribir una nueva Constitución para Chile, no es más que facilitarse el control de los eventuales cabildos ciudadanos, donde le es fácil reunir un grupo de vecinos y hacerlos repetir como loros los slogans y consignas políticas de su interés, para transformarlas en "demandas ciudadanas". (Ver Video)

Con esta fórmula tan burda, pretende ir dando legitimidad a sus propuestas, usando a la gente, no sirviéndola como debe ser la labor de un alcalde e imponiendo su ideología fracasada y así por esta vía, lograr que en nuestra Constitución se instalen a lo menos los siguientes conceptos que nos llevarían al totalitarismo marxista con un estado omnipotente que nos esclavizaría y de cuyas garras ya escapamos hace 40 años:

- Derogación del articulado respecto del Principio de Subsidiariedad del Estado.

- Democratizar el derecho de propiedad

- Chile, un Estado Plurinacional

Estos tres conceptos los analizaremos lo más simple que podamos en tres columnas sucesivas.

1.-Derogación del articulado respecto del Principio de Subsidiariedad del Estado.

La ideología marxista de Sharp sostiene, convenientemente para su ideología, que el Estado es el órgano más importante de la Sociedad, más importante y superior al ser humano. Las personas a su entender están al servicio del Estado.

¿Hay alguien que esté conforme con aquel fundamento que supone un Estado con poderes ilimitados sobre las personas y obviamente sobre sus bienes?

¿Se imaginan a Sharp a cargo del Estado de Chile? Las personas cercanas al Alcalde no se lo imaginan pero sí lo sueñan, de hecho, de las 72 personas que lo acompañaron en su renuncia reciente, del Grupo de Amigos de Sharp (G.A.S.), 27 de aquellos son funcionarias de la Municipalidad de Valparaíso, con un sueldo promedio mensual de $2.334.320 cada uno, total de $756.319.740 al año, lejos de los $500 mil que el Alcalde comprometió a sus funcionarios para el año de su soñada reelección. Esa es la situación en que se vive cuando el Estado es administrado por y para el amiguismo.

El Principio de Subsidiaridad que se pretende derogar establece que el Estado no es el órgano más importante de la sociedad, sino son las personas y se le obliga al Estado asumir únicamente "aquellas funciones que las personas naturales en forma individual u organizadas colectivamente no estén en condiciones de cumplir adecuadamente.

Siendo el ser humano la base fundamental de la sociedad, el Estado debe apoyar solidariamente al desposeido, al más pobre, al desamparado y en la medida que disminuye la pobreza, producto del desarrollo social, económico y cultural individual del ser Humano, también debe disminuir el tamaño del Estado.

El bien común aspira a que cualquier práctica o actividad de las personas, de sus organizaciones o del Estado, debe ser conducida bajo el concepto de que la gente y los lugares importan, a no dañar y beneficiar a todos, ya que somos dependientes unos de otros y por ello responsables por cada uno y las generaciones futuras. El Bien Común le exige al Principio de Subsidiariedad respetar aquel propósito y por ende el Estado subsidiario, tiene como objetivo fundamental generar aquellas condiciones sociales que permitan a todos y cada uno de los chilenos alcanzar su plena realización personal, alcanzar el bien común.

La práctica ideológica marxista, aplicada en plenitud en Valparaíso, como modelo para el escenario nacional, ha destruido la inversión, el emprendimiento y ha generado las condiciones para que fracasen las iniciativas de las personas, en la constante búsqueda del Estado como asignador de recursos, probadamente ineficiente, como lo hemos sufrido en carne propia, hoy, en nuestra historia y en la historia mundial. Sharp ha instalado una ideología fracasada de la humanidad en nuestra ciudad; cambió Patrimonio por Fracaso.

Qué ejemplo puede representar mejor esta situación que el demostrado por este Alcalde, que en vez de preparar la ciudad en beneficio de las personas para catástrofes incendiarias, como las que están ocurriendo en estos momentos, dejando cientos de damnificados, en vez de dar cumplimiento a las funciones para las cuales fué electo, prefiere preocuparse de promover Asambleas Constituyentes que ya los acuerdos que optaron por la paz social las desestimaron.

Veamos si sus asambleas pueden apagar los incendios, por que lo que se ve en los cerros son los vecinos, juntos a Fuerzas Armadas y de Orden y Bomberos quienes asumen tales funciones mientras el supuesto alcalde revoletea en el vendaval político preocupado de reformar la Constitución.

Haga la pega alcalde, asuma su rol y deje al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios y verá que en este caso el Principio de Subsidariedad aplica en forma perfecta; las personas no están preparadas para resolver estos desastres incendiarios en forma eficiente, aquí el principio es que el Estado debe asumir esta tarea y casualmente, Ud es para este caso el Estado, que por andar preocupado de aquello que no es de su incumbencia ni competencia, abandonó sus tareas de prevención y nuevamente cambió Patrimonio por Fracaso.

PURANOTICIA

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