En revisiones realizadas en el mes de abril quedó al descubierto, por ejemplo, que en una misma sala habían casos positivos y sospechosos de Covid-19; que en el casino, los funcionarios del hospital no respetaban las distancias, y que no había un protocolo para el traslado de pacientes, entre otras irregularidades.
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La pandemia del coronavirus llegó a la región de Valparaíso en marzo pasado, al igual que a diferentes puntos del país, pero desde un comienzo siempre se habló de la falta de recursos en los establecimientos de salud de la zona, pero principalmente en el eje que corresponde al Servicio de Salud Valparaíso - San Antonio (SSVSA).
Un informe de Contraloría, al que tuvo acceso Puranoticia.cl, devela que a un mes de iniciada la pandemia y. pese a que la autoridad de salud nacional hablaba de un "sistema de salud preparado" hace meses para enfrentar este virus, quedó al descubierto que al menos en San Antonio y, en especifico en el hospital Claudio Vicuña, esto no sucedió.
El informe en cuestión, emanado desde la Contraloría Regional de Valparaíso, respondió a la fiscalización realizada por la Seremi de Salud de Valparaíso en el hospital Claudio Vicuña de San Antonio los días 2, 4 y 28 de abril de 2020, en el marco de la pandemia del coronavirus Covid-19, cuando Francisco Álvarez comandaba la Autoridad Sanitaria.
Revisadas las actas de fiscalización, el ente contralor advierte que los funcionarios de la Seremi de Salud de Valparaíso constataron diversas falencias cometidas en el centro asistencial respecto a las medidas de protección, prevención y manejo de casos Covid-19.
Durante aquellas fiscalizaciones se constató que el hospital Claudio Vicuña no cuenta con un procedimiento de sanitización por parte de la empresa externa de los servicios higiénicos de la sala de atención de pacientes.
Cabe recordar que el brote de San Antonio, que afectó a toda la provincia y que fue el primer foco de peligro en la región de Valparaíso, justamente se registró en este establecimiento. Ahora se conocen parte de las razones que podrían haber llevado a este escenario que hoy tiene en cuarentena a ese puerto.
Cabe consignar que hasta el 22 de abril se conocía el caso de 31 funcionarios del hospital local, que se mantenían en cuarentena preventiva por contacto estrecho.
Se cuenta, además, con la información de que desde el 10 de abril pasado hubo un aumento de un 44% de funcionarios contagiados, que significa un total de 25 de ellos en esta condición, todos en el hospital Claudio Vicuña. Hoy, tras conocerse este informe, se puede deducir las razones del por qué de estos eventos.
Otra de las falencias que se detectó en el hospital Claudio Vicuña es que en una misma sala había un paciente confirmado con Covid-19 y otro sospechoso, sin ninguna medida adicional de resguardo.
Sumado a esto, se detectó la inexistencia en urgencias de una sala de reanimación especialmente acondicionada para pacientes con coronavirus además de una clara deficiencia de personal para atención médica.
Justamente duramente el mes de abril comenzaron también los traslados de pacientes desde San Antonio hasta recintos hospitalarios de Valparaíso y Viña del Mar.
El informe de Contraloría concluye que se detectó falta de un protocolo para el traslado en ambulancia de pacientes positivos; y, al revisar las fichas clínicas, se detectaron dos casos positivos derivados de atenciones de salud en ese hospital (Infecciones Asociadas a la Atención en Salud -IAAS-).
En cuanto al personal del establecimiento de salud, Contraloría observó que no contaban con un lugar exclusivo para la limpieza de los escudos faciales usados. Además, los equipos de protección personal (EPP) eran desechados en basureros sin tapa. Tampoco contaban con un sistema de gestión de elementos de protección personal.
De igual forma se detectó falta de asesoría por parte del Instituto de Seguridad del Trabajo en materias de protección Covid-19; la sala de guardarropía no poseía jabón ni toallas de papel.
Por último, el informe revela que en el casino, los funcionarios no mantienen la distancia de un metro, sentándose frente a frente; e inexistencia de un procedimiento para el cambio de ropa de los funcionarios.
El duro Informe de Contraloría, donde deja al descubierto la gran cantidad de falencias al interior del hospital Claudio Vicuña en pleno mes de abril, cuando el virus recién comenzaba a masificarse en la zona, finaliza diciendo que "los servicios deben adoptar medidas, a fin de resguardar la continuidad del servicio público y procurar el bienestar general de la población, como también proteger la vida y salud de sus servidores, evitando la exposición innecesaria de estos a un eventual contagio".
Tras conocerse este informe, la Seremi de Salud de Valparaíso procedió a sugerir un programa de trabajo para el centro asistencial sanantonino, disponiendo medidas correctivas a corto plazo, con el objeto de subsanar las falencias descritas.
En mayo, vale decir un mes después de las fiscalizaciones, el hospital Claudio Vicuña informó a la Seremi acerca de las medidas adoptadas, como estandarización de notificación de resultados examen PCR a pacientes hospitalizados; afiches recordatorios sobre el correcto uso de los EPP y lavado de manos; supervisiones internas de dichas medidas.
También informaron capacitaciones sobre precauciones estándar y evaluaciones del lavado clínico de manos e instalación y retiro de EPP; envíos masivos de información -vía email y WhatsApp- a los funcionarios, en relación con medidas de prevención y protocolo de uso de EPP; charlas de inducción de prevención de riesgos; aprobación de lineamientos y acciones para la prevención del contagio por Covid-19.
Eso sí que todo después de un mes, cuando ya el brote de coronavirus en el hospital Claudio Vicuña prácticamente era difícil de controlar, lo que provocó las primeras muertes de pacientes de la región de Valparaíso, en esa misma fecha del mes de abril, cuando solo se conocían nueve muertes en la región, tres de ellas eran de pacientes provenientes de la provincia de San Antonio.
El informe de Contraloría termina diciendo que "cumple con recordar que corresponde al jefe superior del servicio adoptar las medidas de gestión ordinarias y extraordinarias que estime necesarias -entre las cuales se encuentra conocer y aplicar los criterios establecidos por la autoridad sanitaria-, a fin de resguardar la continuidad del servicio público y procurar el bienestar general de la población, debiendo además proteger la vida y salud de sus servidores, evitando la exposición innecesaria de estos a un eventual contagio".
PURANOTICIA
