Órgano fiscalizador detectó, entre otros puntos, que la Municipalidad de Quillota permitió el funcionamiento del Centro Turístico El Edén sin contar con los permisos de edificación y recepción definitiva. Falencias también apuntan a diferentes Seremi de Salud.
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La teleserie protagonizada por la Municipalidad de Quillota, administrada por el alcalde Luis Mella (DC), con la sociedad Administradora Centro Turístico El Edén Limitada, representada por Claudio Pérez, está viviendo un nuevo capítulo, el que podría marcar el desenlace de una trama que ha tenido en una nebulosa el futuro de este tradicional espacio de recreación ubicado en calle Balmaceda 385, (Sector Boco) con demandas, apelaciones e investigaciones de Contraloría incluidas que tras un Informe del ente contralor saca a la luz 20 años de irregularidades que apuntan directamente a la administración del alcalde de Quillota.
El guión de esta verdadera producción comenzó el 5 de mayo de 2015, cuando la Municipalidad de Quillota aprobó el contrato de arrendamiento de bien inmueble, mediante el cual entregó, por un plazo de cinco años, a la sociedad denominada Administradora Centro Turístico El Edén Limitada, el recinto y sus instalaciones, a fin de desarrollar actividades propias de explotación de las mismas.
EL ORIGEN DEL CONFLICTO
El contrato establecía, a modo de contraprestación, que la arrendataria debía pagar al organismo comunal, como renta mensual, la suma de $3.000.000, más un $1.000.000 en servicios asociados y la regularización de la situación sanitaria del predio, cumpliendo en definitiva con un programa de inversiones de $334.000.000. No obstante, la Municipalidad de Quillota interpuso una demanda por incumplimiento de contrato, dictándose sentencia el 9 de octubre de 2018, la cual fue apelada por esa entidad edilicia.
Fue durante este proceso que se originó el problema que hoy tiene en las cuerdas a uno de los protagonistas de esta historia, el alcalde Mella, ya que la sociedad dejó en evidencia que la Municipalidad de Quillota le entregó un inmueble que no cumplía con los fines por los que se arrendó. "El demandado se ha visto en la imposibilidad de poder realizar cualquiera de las obras que se pactaron en el contrato de arrendamiento, debido a que toda solicitud administrativa de este tipo considera como requisito esencial que la estructura, obra o edificio cuente con la recepción definitiva (Informe de Recepción de Obras), exigencia legal contemplada en la Ley General de Urbanismo y Construcción y en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción", señaló la empresa en la demanda del municipio.
Como resultado de esto, se acogió el término del contrato y se condenó al demandado al pago de las rentas adeudadas, más las costas del juicio. De paso, el alcalde Luis Mella ordenó el desalojo del ex arrendatario, aduciendo diversos incumplimientos de Claudio Pérez.
Debido a toda esta situación, el representante legal de la sociedad acudió a la Contraloría Regional de Valparaíso para pedir que se investiguen las "diversas irregularidades" relacionadas a que "las construcciones del centro turístico no cumplen las normas sobre construcción y urbanizaclón sin permiso y recepción de la Dirección de Obras Municipales (DOM) y sin que los sistemas sanitarios particulares se encuentren autorizados por la Seremi de Salud".
Y en efecto, tras las indagatorias llevadas a cabo por el organismo fiscalizador, se emitió el Informe Final N° 326, de 2019, al cual tuvo acceso Puranoticia.cl y que deja en evidencia las irregularidades cometidas por la Municipalidad de Quillota.
En primer lugar, Contraloría estableció que la Municipalidad de Quillota permitió el funcionamiento del Centro Turístico El Edén sin contar con los permisos de edificación y recepción definitiva, en contravención al artículo 116 de la LGUC y al artículo 24 de la ley N° 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades, que le asignó a la DOM la obligación de verificar el cumplimiento de las disposiciones legales y técnicas sobre construcción y urbanización.
En síntesis, el órgano fiscalizador indicó que pese a la existencia de tales actos administrativos y que existen varias construcciones (salón de baile, camarines y baños de las piscinas frías y galpones) que carecen de tales autorizaciones, "es dable concluir que, en términos generales, las mencionadas edificaciones se ejecutaron al margen de la LGUC y la OGUC, y por ende, la DOM no ha cumplido cabalmente con las funciones de velar por la debida observancia de tales disposiciones".
Además, la investigación arrojó que el Centro Turístico El Edén funcionó amparado en patentes otorgadas al margen de los requisitos de orden sanitario y sin las recepciones municipales de las edificaciones existentes, incumpliendo lo previsto en el artículo 26 del decreto ley N° 3.063, de 1979, y al artículo 145 de la LGUC.
Como el sector donde se emplaza el recinto no cuenta con un sistema público de alcantarillado ni agua potable, el centro turístico operó con sistemas particulares, los cuales no contaban con la correspondiente aprobación de la Autoridad Sanitaria, al igual que el de evacuación de aguas servidas.
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Al respecto, Contraloría indicó que sin perjuicio de la responsabilidad que le cabe al municipio, "no se tuvo constancia del cumplimiento de las obligaciones" que le caben a la Seremi de Salud, toda vez que "no existen antecedentes que den cuenta de que se hayan efectuado fiscalizaciones a los referidos sistemas sanitarios particulares, pese a haber funcionado por varios años".
El tercer punto del Informe Final emanado por Contraloría agrega respecto a la Seremi de Salud, que a pesar de los 20 años de funcionamiento del Centro Turístico El Edén, sólo durante este año la Autoridad Sanitaria cumplió con las labores de inspección y vigilancia previstas en el artículo 35 del Reglamento Orgánico del Ministerio de Salud, aprobado por el decreto N° 136, de 2004, de la Secretaría de Estado.
Cabe señalar que recién asumido el seremi Francisco Álvarez tomó una decisión sobre El Edén, cuando ordenó clausurar la piscina. Este hecho provocó una verdadera "pataleta" del alcalde Mella, quien acudió personalmente a las oficinas de la Intendencia Regional para presionar por su reapertura. No obstante, el informe de Contraloría da la razón a la decisión tomada por Álvarez el pasado verano.
Pese a que el centro turístico tiene 20 años de funcionamiento, Contraloría detectó que su operación se ha llevado a cabo por todo este tiempo sin una patente comercial que ampare la totalidad de las actividades que se desarrollaban en su interior, tales como restaurante diurno y nocturno, eventos, bailes, hospedaje, servicio de picnlc y uso de las piscinas temperadas y frías, entre otros.
Por otra parte, estableció que la patente de alcohol, con que contó por cerca de 15 años, fue otorgada al margen de la normativa vigente, teniendo en cuenta que ninguna de sus instalaciones cuenta con permiso de edificación y recepción municipal, además de otras carencias, como la falta de los informes sanitarios favorables necesarios para ello.
La teleserie entre el Municipio de Quillota y la Administradora busca ser zanjada por Contraloría, que entre sus conclusiones de la investigación indica que el órgano edilicio deberá iniciar un sumario administrativo para determinar la responsabilidad de los servidores que permitieron el funcionamiento del centro turístico, sin contar con los pérmisos de edificación y recepción definitiva. De igual forma, deberán adoptar las medidas para regularizar la totalidad de las edificaciones.
En cuanto a la responsabilidad del tercer personaje involucrado en esta trama, la Seremi de Salud, el ente contralor determinó que deberá arbitrar las medidas pertinentes para evitar la reiteración de las omisiones en las que actuó.
Cabe recordar que de forma paralela a la investigación de Contraloría, la Municipalidad de Quillota llevó el caso a la Corte de Apelaciones de Valparaíso, que rechazó el recurso, estableciendo que la obligación de contar con recepción definitiva era del propio órgano comunal, a través de la Dirección de Obras Municipales. En resumen, el giro dramático que dio esta teleserie deja la historia totalmente adversa para Luis Mella, quien, por un lado sufrió el revés en el tribunal de alzada; mientras que por otro, deberá responder a una futura demanda de Claudio Pérez por "indemnización de perjuicios"; y a las conclusiones efectuadas por Contraloría.
Luis Mella no ha querido responder los llamados de este medio y, a pesar que su Departamento de Comunicaciones hace un mes había agendado una entrevista para analizar éste y otros temas, el jefe comunal quillotano la suspendió y se niega a responder las inquietudes planteadas.
PURANOTICIA
