Raimundo Cruzat, su actual Presidente Interino no estaría dispuesto a seguir en el cargo.
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Un grave problema tiene el Gobierno de Sebastián Piñera que atañe directamente al futuro del Puerto de Valparaíso, a quien nombrar Presidente del Directorio de la Empresa Portuaria.
Luego de la solicitud de renuncia al cargo de Raúl Celis en medio de la crisis portuaria emanada por la paralización de los trabajadores eventuales, la denominada EPV, quedó en manos de Raimundo Cruzat, hombre cercano a la Ministra de Transportes, la misma que ha tratado de convencerlo de seguir en el cargo, pero que a todas luces ha recibido diferentes negativas por parte del ejecutivo.
El actual Presidente Interino de la EPV no puede tomar el cargo y claramente se debe a otros compromisos laborales que tiene Cruzat, además los honorarios que percibe la máxima autoridad de la estatal porteña no son tampoco lo suficientemente atractivos, un poco más de un millón 300 mil pesos que menos impuestos anuales podrían significar un millón de pesos mensuales y cuyo tiempo dedicación significan prácticamente un 50% de toda la jornada laboral, lo que le impide a quien asuma tener otros compromisos que renten de mejor manera en el mundo privado.
Valparaíso ha perdido terreno sin lugar a dudas frente a un potente San Antonio, aquella frase de la célebre canción La Joya del Pacifico que inmortalizará Lucho Barrios que dice "Valparaíso puerto principal" , no es más que un slogan que sigue perdiendo fuerzas ante una pasividad de las autoridades impresionante que no logran dar con el timón para dirigir los destinos que debe tener el principal motor del desarrollo para la ciudad Puerto, la EPV.
Valparaíso no solo dejó de ser el puerto principal, sino que además los Cruceros dejaron de recalar con fuerza frente a las casas del "arco iris de múltiples colores" y también comenzaron a llegar a San Antonio.
Se perdió la posibilidad de construir un potente polo comercial como era el llamado Mall Barón, a diferencia de San Antonio que ha logrado convivir con un hotel, un casino, un mall, restaurantes tradicionales, paseo comercial, lanchas, la ciudad de Valparaíso sigue entrampada en su horizonte portuario, en la búsqueda de un norte que le permita tener futuro y no estar destinado a ser el patio trasero del mundo portuario de la zona central del país, en donde siempre existen bandos distintos, con visiones distintas, sin un punto en común en donde avanzar y finalmente el gran perdedor es su gente que vive como la cesantía se toma las veredas del comercio ilegal ó como la suciedad de sus calles grafica la agonía de aquella "Joya del Pacifico".
Valparaíso entrará a marzo con la disyuntiva sí el llamado Terminal Dos realmente se construirá o no, a todas luces todo indica que la fecha límite del 28 de marzo se conocerá que finalmente aquellos inversionistas no estarán dispuestos a colocar cerca de 500 millones de dólares y la ciudad Puerto vivirá un nuevo retroceso, a menos que se sigan entregando prorrogas a tal decisión con el desmedro económico que aquello significa y ha significado para la estatal.
Todo depende de los hilos conductores que pueda dar la Empresa Portuaria de Valparaíso en cuyo interior se respira un aire de incertidumbre por el futuro, aunque sus ejecutivos actuales por trabajo parecen no preocuparse, sobre todo teniendo en cuenta que sus ex ejecutivos por una u otra razón terminan trabajando directa ó indirectamente en la llamada Zeal, ahora una especie de repositorio de ex trabajadores y ex gerentes de la EPV.
Pero la mayor preocupación recae en quien será su nuevo Presidente, ante la ausencia de Raúl Celis sus detractores celebran, sobre todo aquellos que siguen pensando que no era hombre adecuado, ó quienes no lo querían ahí justamente por que sabían que podría dar un rumbo a la Empresa Portuaria que iría en desmedro de algunos negocios de terceros.
Pero bastó una quitada de piso del Gobierno ó un estrategico movimiento portuario, sumado a una estrategia comunicacional como muchos nos han tenido acostumbrado, para que su renuncia fuera efectiva, sacarlo del camino y al mismo tiempo dejar de manifiesto que pese a que es un directorio independiente, de una u otra forma la Presidencia de la EPV debe estar bajo las ordenes de lo que busca hacer el gobierno de turno ó bien el Ministro de Transportes, a pesar que el papel dice otra cosa.
¿Pero que desea el Gobierno de Piñera para Valparaíso?, esa es la gran duda que ronda en el mundo portuario, mientras el llamado Parque Barón busca generar un entorno turistico que le devuelva "la costa a su gente", en el sector del mismo nombre, otros piensan que esta misma iniciativa va en contra de la llegada del esperado Tren Valparaíso-Santiago con el fin de que la carga se mueva por esa vía, lo concreto es que hay un problema, "Se Busca Presidente".
NOMBRES AL RUEDO
Ante la caída de Raimundo Cruzat y a su negativa de asumir el cargo, rápidamente se miró a otros integrantes del directorio. Una descartada fue Ana María Orellana Johnson, esto debido a su vida familiar que la lleva cada cierto tiempo fuera del país a ver a sus hijos y nietos, su prioridad no estaría en asumir un cargo de esta naturaleza.
También está el nombre de Erwin Hahn Huber, el director de la EPV que asumió en Agosto del 2018, es muy cercano a Cristian Larroulet, personaje clave del entorno de Piñera y principal filtrador de nombres para cargos de este tipo.
La experiencia de Hahn Huber no es menor, ha sido director de importantes empresas, una de ellas es la Papelera como director independiente, es un denominado "Chicago Boys", a pesar de su edad, no obstante es de Santiago, no tiene mucha relación con la zona y hay algunos que dicen que solo ocuparía el cargo, pero es poco lo que podría ejecutar.
El otro nombre que queda en el directorio es un nombre con fuerza, la del ex Senador y ex Almirante de la Armada, Jorge Arancibia Reyes.
A sus 79 años el ex Almirante se mantiene vigente plenamente, de hecho tiene varias ventajas a su favor, primero es de la zona, conoce el entorno portuario y a sus protagonistas, tendría además dedicación completa, es más, cuentan al interior de la EPV que es uno de los pocos directores que más antecedentes pide, es estudioso, pero nadie lo ha llamado dicen desde el Gobierno ó La Moneda.
Podría ser su edad un impedimento, aunque su experiencia no la tiene nadie de los aludidos en esta nota, otros dicen sin embargo que sí bien todo indica que su nombre calza perfecto para el cargo, el depender de las instrucciones de Gobierno lo podrían transformar en un segundo Raúl Celis que ante la negativa de seguir las instrucciones de La Moneda, tuvo que dejar el puesto.
También se estudiaron otros nombres, dicen fuentes del mundo portuario, de la SEP y del propio entorno de Larroulet, uno de ellos es el de Yurik Díaz, ex Gerente de la División Terminales Portuario de la SAAM quien dejó su cargo en octubre del 2018 tras 26 años en la compañía.
Otro nombre es el de Mikel Uriarte, es un hombre cercano a Sebastián Piñera, fue parte del directorio de Televisión Nacional, de Fonasa y ya fue parte de la Empresa Portuaria de Valparaíso como su presidente en reemplazo de Alfonso Mujica en el primer periodo del Piñerismo.
Eduardo Dib y Carlos Rossi son otros dos nombres que en algún momento también se pensaron para ser parte del directorio de la Empresa Portuaria de Valparaíso, pero ambos habrían desistido de la invitación.
Lo cierto que Se Busca Presidente, cuyo perfil dicen los entendidos tiene que tener las características de ser un hombre fuerte, que sepa negociar, que tenga la capacidad de consensuar con los planes estratégicos del Gobierno, de Valparaíso y los de su pensamiento personal, debe ser un hombre que tenga la capacidad de enajenar las dudas que existen tras la Empresa Portuaria de Valparaíso y por sobre todo darle el rumbo que el Puerto necesita antes que San Antonio termine por colocarle la lapida al ex puerto principal.
PURANOTICIA
