A juicio del parlamentario, la producción de la agricultura rural y las caletas de pescadores podrían ser un motor de activación, detener el alza de alimentos y convertirse en un proveedor directo para los municipios que tienen un rol fundamental para enfrentar las consecuencias de la emergencia.
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El senador Kenneth Pugh hizo un llamado a las autoridades a revisar las medidas económicas que está aplicando para mitigar los efectos sociales que está dejando esta pandemia y lamentó que, por ejemplo, los créditos Fogape simplemente no están siendo otorgados con la celeridad que pidió el Gobierno".
El legislador (independiente) precisó que, según datos del Observatorio del Crédito Fogape Covid-19, en que participa la Universidad de Playa Ancha, "hasta ahora la respuesta de los bancos a las solicitudes de las pymes ha sido negativa y el 75% es rechazado." Por lo mismo, pidió "al Gobierno y a la banca que revisen esta situación, ya que lo que se está pavimentando es una larga agonía y funeral de pequeñas y medianas empresas que simplemente deberán bajar para siempre su cortina y con ello tendremos miles de cesantes".
Pugh advirtió que "aunque aún no podemos dimensionar los profundos efectos que está dejando la pandemia, la primera prioridad es lograr abastecer con productos alimenticios fundamentales a las comunidades, por ello propongo que se implemente -a la brevedad posible- un plan de activación de las caletas de pescadores y de los pequeños huertos y chacras de las zonas rurales de nuestras regiones y que se transformen en los proveedores de sus respectivas localidades de la mano con sus municipios".
El legislador dijo que "esta emergencia sanitaria evidencia el rol de los municipios como la primer línea del Estado para enfrentar de manera rápida la crisis y no tener que esperar que sea el Gobierno Central el que dirija todas las acciones." Subrayó que "si por ejemplo activamos las caletas, las chacras y las avícolas pequeñas, tendríamos un mejor y rápido abastecimiento, se aplacarían las injustificadas alzas de algunos productos alimenticios y se generaría activación económica y con ello absorción de desempleo, con un sistema de economía a escala comunal, más fácil de administrar e implementar que repercutirá positivamente en toda la región".
En esa línea, subrayó que "esta crisis nos da la oportunidad para terminar con el centralismo y la planificación desde Santiago, cada región tiene sus propias complejidades y áreas de producción locales, por lo que un diseño regional permitiría enfrentar de mejor manera la falta de alimentos y la cesantía". Al respecto, enfatizó que "es hora de reactivar la producción regional y la mejor forma de hacerlo es con la producción de la pequeña agricultura y pesca artesanal. No puede ser que todos los mercados se tengan que abastecer de lo que se mande desde Santiago."
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