El exjuez señala que se defenderá y demostrará su inocencia en cuanto a los temas que se le inculpan y por lo cual fue removido que son tráfico de influencias y cargos sobre probidad.
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Más de 3 meses han pasado desde que Emilio Elgueta fue removido del Poder Judicial, luego de que la Corte Suprema tomara la decisión de sacarlo de la Corte de Apelaciones de Rancagua, por 3 casos distintos de corrupción. Elgueta afirma que "fue un tema político de sacar a ministros de izquierda".
En entrevista con El Mercurio el juez se ve casi irreconocible, ya que ha perdido más de 10 kilos en una modesta oficina de abogados que abrió en calle Bueras en Rancagua.
El exjuez señala que se defenderá y demostrará su inocencia en cuanto a los temas que se le inculpan y por lo cual fue removido que son tráfico de influencias y cargos sobre probidad.
"La ministra María Maggi no consideró ningún tipo de prueba. Un ejemplo, a mi exseñora yo no la postulé a un cargo de el Ministerio Público, sino su hermana Lorena, que trabaja con Jorge Abbott", señaló Elgueta.
Para el exjuz la Corte Suprema "le compró a la prensa lo que decía". Ya que su señora no se presentó a postular ni a dar pruebas.
La raíz del problema para Elgueta es que todo esto comenzó con el caso Caval. "Fue un tema político que organizó Hernán Larraín (ministro de Justicia) con Andrés Chadwick (exministro del Interior)". La idea era "sacar a ministros de izquierda, porque los tres eramos de izquierda".
Frente a las acusaciones que hablan de que era un ministro rico, Elgueta se defiende señalando que "no tengo ningún peso. Búsqueme, a ver si tengo algo. Se dijo que yo tenía mis bienes con mi hermano, que es casi ciego. Mis hermanos so profesores. Este es un tema político que nació con el caso Caval y punto, nada más".
Según Elgueta el fiscal Arias le iba mal en la Corte de Rancagua con el caso Caval "por eso ellos querían inhabilitarnos (a él, Albornoz y Marcelo Vásquez). Por eso ellos buscaron elementos que pudieran perjudicarnos".
Otra polémica del exjuez fue cuando la fiscalóa encontró en los cajones de su oficina tres fotos de la extintegrante de la Corte Suprema, Gabriela Pérez con clavos de acero cruzados en distintas partes de su cabeza. También se encontraron imágenes del diablo y una muñeca vudú.
Al ser consultado si practicaba magia negra lo negó respondiendo que eso era de la época de la inquisición, pero recordó sin embargo que en Chile hay libertad de culto.
Sobre la supuesta muñeca vudú dijo haberla comprado en Bahamas "y era como un ekeko de paja, y me dijeron que le pusiera plata. Le ponía billetes por debajo y le iba poniendo alfileres como ganchos para que se sujetaran". Sobre las imágenes del diablo que mantenía en sus cajones se debía a un trabajo que estaba realizando en la masonería.
PURANOTICIA
