Catalina del Real criticó que su visita al país caribeño llegó "bastante tarde" y que "me habría gustado una opinión mucho más enérgica". Francesca Muñoz, en tanto, le pidió "un rol más relevante".
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El pasado 21 de junio, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se reunió con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el marco de su visita ante la crisis que atraviesa. Sobre ese viaje ha sido revelado el informe realizado por la ex Presidenta de Chile, donde emplaza al Gobierno venezolano a adoptar "medidas específicas para detener y remediar las graves vulneraciones" de los derechos humanos en aquella nación.
En el documento se especifica que desde 2016, el régimen de Maduro ha puesto en marcha una estrategia destinada a neutralizar a la oposición y a quienes lo critican, destacando la "paulatina militarización de las instituciones del Estado".
La diputada de Renovación Nacional y presidenta del Comité Interparlamentario Chileno – Venezolano, Catalina del Real, manifestó al respecto que, aunque valora que la Alta Comisionada haya visto in situ lo que está pasando en el país, la visita llegó "bastante tarde, y me habría gustado una opinión mucho más enérgica".
La parlamentaria apuntó a que "lo que está sucediendo en Venezuela y que se ve comprobado en el informe, es gravísimo. Acabamos de ver cómo asesinaron a un oficial por las torturas, hemos visto cómo la gente muere de hambre, cómo los niños no tienen medicina y la situación migratoria que están generando en el continente y que está gatillando problemas en las fronteras de diferentes países, los que no están preparados para darles las condiciones que requieren".
Esto, a pesar de que Bachelet exhortó "a todas las personas con poder e influencia -tanto en Venezuela como en el resto del mundo- a que colaboren y contraigan los compromisos necesarios para solucionar esta crisis que está arrasándolo todo".
En este escenario, Del Real sostuvo que "Chile ha cumplido un rol importante, junto a más de 50 países, en reconocer que Maduro es un dictador y que el presidente encargado de Venezuela hoy en día es Juan Guaidó. Si la Alta Comisionada dijera lo mismo, más países se sumarían y habría una presión internacional más fuerte", con lo que, según la legisladora oficialista, se llegaría a tener efectos concretos en el régimen y "Maduro podría dejar el poder", para que luego, dijo, el país pueda llamar a elecciones.
Finalmente, llamó a que Bachelet tenga una postura más rigurosa para que "la paz y la democracia se recuperen en Venezuela".
En tanto, la diputada Francesca Muñoz (RN), miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, se mostró de acuerdo en que un pronunciamiento más diligente de las Alta Comisionada podría contribuir de forma positiva a que "se tomen medidas efectivas para ayudar a los miles de venezolanos que son víctimas de Maduro".
La legisladora oficialista argumentó que "el informe ratifica lo que todo el mundo sabía hace tiempo: que en Venezuela existe una crisis política y humanitaria, con vulneraciones a los Derechos Humanos, falta de alimentos, problemas sanitarios y una severa represión y militarización".
Muñoz recalcó la importancia de que Bachelet cumpla un rol más relevante en la salida a esta crisis y no se agote en una función meramente declarativa, para así "lograr una pronta salida pacífica con elecciones libres y democráticas, respetando los derechos fundamentales de las personas".
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