La Fiscalía Metropolitana Oriente informó que se trata de una investigación de la Unidad de Alta Complejidad y que la indagatoria está a cargo del fiscal Felipe Sepúlveda.
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La PDI detuvo a los dueños de la afamada cadena de restaurantes Lai Thai, un chileno y un tailandés, imputados por los supuestos delitos de trata de personas y tráfico de migrantes. Las víctimas son jóvenes tailandeses, la mayoría mujeres, que eran captados en su país y, supuestamente, trasladados bajo engaño a Chile.
La Fiscalía Metropolitana Oriente informó que se trata de una investigación de la Unidad de Alta Complejidad y que la indagatoria está a cargo del fiscal Felipe Sepúlveda, quien este sábado formalizará a ambos imputados. En la audiencia se expondrá el modus operandi para la captación de las jóvenes.
En todo caso, la PDI adelantó que los imputados captaban en Tailandia a las víctimas, a quienes ofrecían un trabajo en Chile con excelentes condiciones laborales. Luego, procedían a ingresar a los jóvenes a nuestro país en calidad de turistas, situación que configura el delito de tráfico ilícito de migrantes.
El propósito real del viaje a Chile era trabajar en los restaurantes de los imputados y no el turismo, como se les había indicado en principio. Además, según la PDI, los imputados lucraban con el trabajo de los jóvenes a quienes no les pagaban las remuneraciones prometidas y los obligaban a pernoctar en los mismos locales.
Asimismo, agregó la PDI, se les restringía la libertad a las víctimas exigiéndoles que sus salidas fueran en cortos períodos de tiempo. En todo momento, los jóvenes eran engañados, aprovechándose de su situación de vulnerabilidad y desconocimiento del idioma. A la fecha hay 16 víctimas.
Finalmente, la PDI indicó que al momento de la entrada y registro del domicilio particular de uno de los imputados, se encongtró un moderno invernadero con más de 100 plantas de cannabis.
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