Los líderes de Rusia y el Vaticano analizaron la situación actual que atraviesan países como Venezuela, Siria y Ucrania.
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El Papa Francisco y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, analizaron en el Vaticano la situación en Venezuela, Siria y Ucrania, en una reunión que se extendió por casi una hora.
Según informó la Santa Sede en un breve comunicado, la reunión fue "cordial" y ambos líderes manifestaron su "satisfacción por el desarrollo de las relaciones bilaterales", que salieron "reforzadas" con la firma de acuerdo de colaboración en el hospital pediátrico 'Bambino Gesu' y otros institutos de la Federación Rusa.
Como en la última reunión que habían tenido en 2015, Putin llegó una hora tarde a su cita con el Papa en la Biblioteca Apostólica del Vaticano. El coche oficial del jefe de Estado ruso entró en el patio de San Dámaso, en torno a las 14:00, cuando el encuentro con el Santo Padre, según la agenda pontifica era a la 13:15 horas. Tras atravesar la vía de la Conciliación y la plaza de San Pedro con un convoy compuesto por más de 30 vehículos, Putin fue recibido por el prefecto de la Casa Pontificia, monseñor George Gaenswein, quien le acompañó junto con la delegación a los apartamentos pontificios recorriendo algunas salas del palacio apostólico.
La agenda de Putin en Roma, donde sólo estará 10 horas, incluye un almuerzo ofrecido por el presidente de la República italiana, Sergio Mattarela, en el palacio del Quirinal. A las 16:15 tendrá una reunión bilateral con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, con quien comparecerá ante la prensa. También está previsto que Putin pronuncie un discurso en el Forum de dialogo italo-ruso organizado por el Ministerio de Exteriores italiano.
Se trata de la tercera vez que Francisco recibe a Putin en el Vaticano, no obstante, el jefe de Estado ruso ha visitado la Santa Sede en seis ocasiones. Fue recibido por Benedicto XVI y otras dos veces por San Juan Pablo II.
La última vez que Francisco recibió a Putin en el Vaticano fue en junio de 2015. En aquella ocasión, el presidente ruso llegó con casi una hora de retraso a su cita y ambos líderes pusieron sobre la mesa el conflicto armado en Ucrania, en un momento delicado cuando los gobiernos occidentales señalaban a Rusia como principal responsable después de que Moscú se anexionara Crimea.
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