La medida fue considerada por el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como una "farsa".
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Nicolás Maduro decidió reducir la jornada laboral, suspender clases y activar un plan de racionamiento eléctrico por 30 días, luego de los apagones generales que se han registrado desde el 7 de marzo en el país caribeño.
"He aprobado un plan de 30 días para ir a un régimen de administración de carga, de equilibrio entre el proceso de generación, los procesos seguros de transmisión y los procesos de servicio y consumo en todo el país, poniendo énfasis en garantizar el servicio de agua", dijo Maduro.
"Hemos venido administrando una situación muy grave porque el golpe afectó la capacidad de generación desde Guri al resto del país", señaló, e insistió en que la falta del servicio es parte de "una guerra eléctrica", y no de desidia y corrupción, como han afirmado especialistas y sectores opositores.
Aunque Maduro precisó que el "plan de 30 días de administración de carga ya entró en vigencia este domingo 31 de marzo", no detalló cómo será el funcionamiento. Sin embargo, este lunes varios sectores del país amanecieron sin luz, y el Metro de Caracas anunció que no trabajaría.
La medida fue considerada por el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como una "farsa".
"El racionamiento de 30 días es una farsa, como los 100 días del ministro aquél o los 30 días del billete de cien. Nadie les cree. Y por eso deben irse", dijo a través de Twitter.
Minutos antes de la respuesta, tanto de Guaidó como Maduro, el ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, había anunciado que se mantenían suspendidas las actividades escolares y se reactivaban las actividades laborales, pero con una jornada reducida, hasta las 14:00 horas.
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