Durante la jornada, un grupo de manifestantes se enfrentaron a las fuerzas policiales, dejando las calles cubiertas de piedras, palos, botellas y, principalmente, gases lacrimógenos.
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Pese al feriado nacional, la convulsión se hizo más presente en las calles de Quito, Ecuador, en medio de la novena jornada de protestas contra el gobierno de Lenín Moreno, debido a las medidas económicas tomadas recientemente.
Pero así como miles de personas se manifestaron contra el Ejecutivo, un grupo de radicales se enfrentaban nuevamente con las fuerzas policiales, dejando las calles cubiertas de piedras, palos, botellas y, principalmente, gases lacrimógenos.
Como era de esperar, esta acción policial dejó a varias personas con problemas de asfixia, mientras que otras reportaban contusiones y heridas de diversa magnitud, siendo atendidos por estudiantes universitarios, médicos y Cruz Roja, que se dieron cita en la vía pública en caso de ser requeridos.
Jaime Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), señaló a EFE que el gobierno "manda a asesinar a la gente que lucha por sus derechos. Nos dan con balines de goma y esto vamos a entregar a Naciones Unidas, para que no digan que es mentira".
Por su parte, el manifestante indígena de la Amazonía, Jairo Gualinga, agregó que "vamos a estar firmes, no nos vamos a ir hasta que el presidente derogue las medidas, tenemos mucha energía y no nos vamos a cansar".
Durante un momento, los indígenas intentaron tomarse la Asamblea, que esta semana ya habían logrado controlar momentáneamente, y avanzar al palacio de gobierno, ambos sin funcionarios.
Al respecto, el presidente de la Asamblea, César Litardo, dijo que todos los legisladores "tenemos la posición firme de respeto a la estabilidad democrática y de que la Asamblea sea garante de ese derecho que tienen los ecuatorianos".
Cabe recordar que las protestas comenzaron el 3 de octubre con un paro de transportistas, que dejó al país sin servicio urbano e interprovincial. Después, los estudiantes se unieron y finalmente los indígenas llegaron por miles a la capital, para rechazar la eliminación de subsidios a los combustibles. El saldo de las protestas es de cinco fallecidos.
(Imágenes: AFP)
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