Raimundo Cruzat aseguró que el conflicto portuario "da una imagen mala de Valparaíso y de Chile como destino y proveedor de materias primas".
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El presidente interino de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), Raimundo Cruzat, analizó las consecuencias que ha tenido el conflicto portuario que llevan a cabo trabajadores eventuales desde hace 32 días, y que la jornada de este lunes 17 de diciembre vivió su jornada más violenta, incluido el allanamiento a la sede del Sindicato de Estibadores.
En conversación con T13 AM, el ejecutivo señaló que "lo importante es rechazar la violencia, porque no sólo pone en riesgo la negociación y da una imagen mala de Valparaíso y de Chile como destino y proveedor de materias primas".
De igual forma, recordó que "Valparaíso había sido tranquilo en los útimos 20 años en materia portuaria. Hoy hay carga que se desvía a otros puertos. Valparaíso no se puede dar el lujo de estar peleado con la industria portuaria".
Además, comentó que "el bloqueo del puerto se dio en los accesos (...) Eso se resolvió con la fuerza pública los primeros días, pero la violencia se extendió a la ciudad. Hoy, los hechos de violencia están en la ciudad, están más visibles y es una situación compleja porque pone en riesgo la situación y daña la imagen de Valparaíso y del país".
Cruzat también analizó los acercamientos que ha tenido la empresa TPS con sus trabajadores, diciendo que "se perdieron tres semanas de negociaciones. Hoy, la mesa se pudo instalar y la negociación de TPS cumple una semana. Pero perdimos tres semanas claves para resolver este conflicto antes. Cada día que pasa las posiciones se endurecen".
Finalmente, dijo que esta situación hace que "los trabajadores llevan un mes sin trabajar, lo que hace enfurecer su postura. Lo importante es que ambas partes muestren flexibilidad para llegar a un acuerdo en los próximos días".
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