Este 9 de agosto se dio un sorpresivo cambio de ministros en el Gobierno de Piñera que se gestó hace al menos una semana.
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Pasadas las 18 horas de este jueves 9 de Agosto en el Palacio de La Moneda se procedió al primer cambio de gabinete del segundo gobierno de Sebastián Piñera, un hecho por muchos esperado pero que se gestó mucho antes descartando por completo que haya sido algo premeditado por parte del mandatario.
La baja en las encuestas de su aprobación marcaron la luz de alerta en el entorno de Piñera, si bien las cifras macroeconómicas se encontraban mejor que nunca, la oposición esta desarmada, no había protestas en las calles, se habría logrado poner el foco en los niños del Sename y todo parecía andar bien, el ruido generado por las declaraciones de Gerardo Varela (Educación) y José Ramón Valente (Economía) no eran menores.
Quienes están en el circulo intimo de Palacio cuentan que la decisión final se tomó el pasado domingo, había que hacer un cambio y claramente Educación y Economía eran la base, a eso se debía sumar a Cultura, la ministra Alejandra Pérez era quien mostraba más falencias a la hora de mostrar una instalación optima en el cargo, el solo paso de al menos cuatro jefes de gabinete en tan corto tiempo hablaba de su poca experiencia quizás en el armado de equipos.
El pasado lunes en una comida en casa del diputado Luciano Cruz-Coke en donde asistieron algunos parlamentarios inclusive se atrevieron a preguntarle directamente al Presidente sí estaba pensando en un cambio de gabinete, Piñera no respondió y lanzó bromas en su particular estilo, a esas alturas ya eran públicas las encuestas que el entorno había revisado 24 horas antes.
El día martes Piñera parte a Colombia, ese día fue clave, no solo se preparó la agenda del miércoles cuando se presentaría el proyecto de sala cuna universal, sino que además le encargó a Chadwick ultimar los detalles de los nuevos nombres, es decir el martes ya estaba todo "cocinado", solo bastaba encontrar el mejor momento para el anuncio.
El día miércoles ocurrió un hecho cuya señal fue importante, sobre todo para Gerardo Varela, él fue bajado de la pauta y no fue invitado al lanzamiento del proyecto de Sala Cuna Universal, a pesar que el ex ministro tenía entre sus tareas la educación pre-escolar, ese hecho detonó en el entorno de Varela un aviso.
La agenda país del jueves giró rápidamente a una entrevista dada por Michelle Bachelet al The Clinic, en aquel medio la frase de "economía debilucha" detonó en Piñera que era el momento exacto para dar un giro, el fusible perfecto para detener la baja de las encuestas sin duda era Varela, pero José Ramón Valente no se podía ir, era darle en el gusto a la oposición y quedo en stand bye, es decir se podía afirmar que Bachelet salvó a Valente.
El buen ojo comunicacional de Piñera acertó, rápidamente se preparó todo para las 18 horas, serían dos al menos los ministros que salen, Cultura estaba claro, Educación era el freno necesario para las encuestas, pero para asumir habían problemas de las cartas que quería el Presidente.
Fuentes de Gobierno cuentan que Carolina Schmidt siempre fue la carta del Presidente para la cartera de Educación, al inicio de su gobierno y ahora, pero ella le dijo que "no" dos veces, ahí nace la idea de acudir a Marcela Cubillos y hacer un enroque con Medio Ambiente, que fue lo que finalmente sucedió.
Varela por su parte se enteró el jueves a las 13 horas, ya tenía claro que la bajada de la agenda del día miércoles era indicio que algo andaba mal, asesores del ministerio cuentan que él no se lo esperaba, fue un duro golpe, de hecho tras el cambio de Gabinete Piñera y Varela conversaron largamente, posteriormente se dirigió al Mineduc en donde le pidió disculpas a sus colaboradores, inclusive cuentan que algunas secretarias que llevan años en el lugar lloraron, cuentan que Varela dejó un sello de puertas abiertas en el lugar que no se veía hace mucho tiempo.
Al rato después llegó Marcela Cubillos con quien el ex ministro tiene una excelente relación, de hecho Gerardo fue muy amigo del hermano de la nueva ministra por lo que todo indica que será un cambio tranquilo.
Por el otro lado Alejandra Pérez, la ministra de Cultura, tenía que ser contenida en el Palacio de La Moneda, estaba muy afectada y no sabía cómo enfrentar las cámaras a la salida del lugar, muchos sintieron preocupación por su estado que finalmente volvió a la calma, como espera Piñera que se refleje en las encuestas este primer cambio de gabinete de su gobierno, que claramente no será el único.
PURANOTICIA
