Las alarmantes cifras de desempleo: detrás de la polémica

El desempleo comenzó a ser un tema de preocupación para el Gobierno, luego que se diera a conocer la última encuesta del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile. La tasa de desempleo en el Gran Santiago fue de 9,4% en marzo, una cifra que representó un fuerte aumento de 2,6 puntos porcentuales frente al 6,8% anotado en el mismo mes del año pasado y en diciembre de 2015.

El director del Centro de Microdatos, Jaime Ruiz-Tagle, señaló que esta variación anual es superior a los niveles observados en los últimos 24 meses y se explica principalmente por una contracción del empleo de 3,2% y una disminución de la fuerza de trabajo de 0,5%, en el mismo período. Esta cifra equivale a un total de 289.300 personas desocupadas y representa el mayor nivel desde marzo de 2010 cuando el desempleo llegó a 10,8%. Este aumento en el número de desempleados responde al número de emprendedores a cargo de personal, trabajadores independientes y personas que trabajan al alero de un familiar, todos ellos sin trabajo. En contraparte, gran parte de los nuevos empleos se debe a nuevos trabajadores de oficina y personal no calificado.

Estos datos son explicados por la actual coyuntura por la que atraviesa el país. El actual Gobierno recibió una economía en desaceleración, panorama que se ha agudizado en los últimos años, debido a un menor precio del cobre, baja en la inversión privada y las dudas que ha generado en el empresariado la reforma tributaria. Antes este escenario, desde el Gobierno rápidamente ha salido a calmar los ánimos. El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, aseguró que es totalmente erróneo señalar que el ajuste fiscal tenga relación con el aumento en la tasa de desempleo en el Gran Santiago. "Es completamente equivocado, no hay ninguna base para sostener que sea el ajuste fiscal lo que explique el aumento del desempleo de marzo", sostuvo Valdés. Además de señalar que el ajuste que calificó como pequeño "impacta en la disponibilidad de recursos que tenían los ministerios para gastar y que nosotros proyectamos que podrían ahorrarse y, por lo tanto, para nada explica este salto del desempleo que, como dijimos, es preocupante".

Diferencias metodológicas con el INE

Muchos han adoptado posturas de escepticismo frente a las cifras de empleo que han reportado desde la U. de Chile. Por lo que se asegura, que los datos que entregó el organismo de la Universidad de Chile presentan diferencias significativas con las muestras entregadas en meses anteriores por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Si bien la encuesta de la casa de estudios venía mostrando una cierta tendencia hacia el deterioro en el mercado laboral, el aumento en el desempleo en el Gran Santiago en marzo fue demasiado demostrativo. Esto significa una fuerte diferencia con las cifras que ha venido mostrando el INE, donde las cifras no solamente son menores, sino que, además, muestra tasas de desempleo incluso menores que las del año anterior.

De acuerdo al ex subsecretario de Economía, Tomás Flores, el motivo de esta diferencia entre ambas encuestas, se origina en el periodo en el que se realizan las muestras. El sondeo de la Universidad de Chile efectuó la encuesta en las primeras semanas del mes de marzo, mientras que la última encuesta del INE muestra el periodo muestral entre diciembre 2015 y febrero de 2016. "Efectivamente la hipótesis que yo tengo es que en el mes de diciembre y enero se produjo una gran cantidad de desvinculaciones en la empresas cuando probablemente percibieron que las proyecciones de crecimiento para 2016 no eran muy auspiciosas... Todo los que fueron despedidos a fines de diciembre hasta a fines de enero, en esta encuesta de marzo aparecen buscando empleo", señaló Flores a El Mercurio.

De acuerdo a las proyecciones entregadas por los especialistas, las diferencias metodológicas llevarán a que el desempleo medido por el INE para el Gran Santiago suba sólo hasta 7,5% en el trimestre móvil enero-marzo, casi dos puntos menos que lo arrojado por la medición de la U. de Chile. De concretase esta proyección, el salto en el desempleo del INE sería de 1,9 puntos porcentuales en relación al 5,6% registrado en el trimestre móvil diciembre-febrero y de 1,2 puntos por sobre el mismo período del año pasado (6,3%). "Debido a que la tasa de desocupación de la Universidad de Chile es cada tres meses, se observan movimientos más bruscos entre un período y otro respecto a la tasa del INE, que es más parsimoniosa", indicó Jorge Hermann, de Hermann Consultores.

Estas diferencias vienen marcadas por los distintos tipos de metodologías aplicadas en la elaboración de las encuestas. Por un lado, la desarrollada por la Universidad de Chile viene aplicándose con el mismo cuestionario desde la década de los 50. Entre sus características, se clasifica como desocupado a aquellas personas que no tuvieron una remuneración en dinero o especies durante la semana en que se lleva a cabo las consultas, o bien que el entrevistado se autocalifica como desempleado, aunque pueda estar realizando alguna labor que considere de subempleo.

Mientras que la encuesta del INE abarca trimestres móviles, y está diseñada a nivel nacional, incluido el Gran Santiago. Además considera como desocupado a las personas que declaran haber buscado trabajo activamente en las últimas cuatro semanas y estar disponible para trabajar las próximas dos semanas. Sin embargo, los analistas coinciden en que las encuestas de empleo de la Universidad de Chile y el INE tienen diferencias, pero siempre terminan tendiendo a converger en sus cifras. El ex subsecretario de Economía, Tomás Flores, explica que "no es raro que la cifra del INE probablemente no llegara al 9% durante este año, lo que no significa que esté mal calculada, lo que te muestra las diferentes áreas geográficas que están midiendo ambas encuestas. Lo que sí tiene que mostrar ambas encuestas es una sincronía, las dos alzas, una con más rezago que la otra. Lo raro sería que una mostrara un alza y la otra una baja".

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