Viajó a España a un intercambio universitario. El 12 de agosto de 2015 no se supo más de él.
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Por: Pablo Yutronic
Enero de 2015. Carlos Gallardo Ramírez decidió ampliar su mundo, decidiendo embarcarse a un intercambio a Europa mientras cursaba el último año de Fonoaudiología en la Universidad del Desarrollo. El destino era España, específicamente recalando en la Universidad de La Coruña. No lo pensó dos veces y se fue con el apoyo de toda su familia.
El joven de 24 años oriundo de Cañete, pasó el primer semestre de 2015 estudiando en la universidad con la cual logró el convenio. Tras finalizar el tiempo del curso, decidió armar sus maletas, y emprender viaje por el viejo continente. La idea era recorrer todos los países y así poner el broche de oro de un viaje de ensueño y que había esperado hace bastante tiempo. Sin embargo, ocurrió lo inesperado.
De mantener un contacto constante con su familia, sobre todo con su madre, Gladys Ramírez, pasó a la desaparición total. Lo último que se supo de Carlos fue el 12 de agosto de 2015, de ahí en adelante, comenzó la agonía para su familia y circulo cercano. El último país donde se supo del joven fue en Austria. Ante dramática situación, su madre decidió partir rumbo a Europa en busca de su querido hijo.
Se creó una página de Facebook para que personas pudieran ayudar y dar alguna pista sobre el paradero de Carlos. En eso, un peruano aseguró haber visto a Carlos –según las fotografías del joven- en una estación de trenes en Zurich, con un deteriorado aspecto. Pero las luces de esperanzas prontamente se apagaron, ya que no fue posible recuperar las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del ferrocarril.
Los niveles de angustia llevaron a tomar medidas más radicales. Los familiares pidieron a las autoridades declarar la alerta amarilla de Carlos, es decir, que está dada la orden para que en cada paso fronterizo o control policial en Europa, si pasa Carlos, quede detenido.
Pero este martes 30 de mayo llegó la noticia que no se quería escuchar. Un grupo de turistas encontró un cuerpo en un acantilado en la ciudad alemana de Berchtesgaden. Ante esto, llamaron a la policía y procedieron a realizar los exámenes de ADN correspondiente, para verificar si efectivamente se trata de Carlos. La noticia por supuesto fue alertada a su familia, y su madre se movilizó rápidamente al lugar.
El cuerpo que se encontró, estaba acompañado de la mochila y documentos de Carlos. En las próximas horas se confirmará lo que Gladys, madre del joven, y toda su familia, no querían escuchar. Una lamentable y triste situación.
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