Los reportes indican que Charb estuvo trabajando en el libro hasta dos días antes de morir.
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El último libro escrito por Stéphane Charbonnier, redactor en jefe de la revista francesa "Charlie Hebdo" asesinado en un atentado islamista en París, critica el manejo por parte de otros medios de las caricaturas de Mahoma publicadas en su revista, según se desprende en fragmentos publicados hoy.
Charbonnier, conocido como Charb, niega en el libro toda acusación de islamofobia y asegura que las caricaturas no estaban dirigidas hacia todos los musulmanes. Como ejemplo menciona un conocido dibujo del profeta con una bomba pegada al cuerpo, una ilustración que las voces críticas entendieron como una ofensa a todos los musulmanes.
"Había otra interpretación posible, pero esa a los medios no les interesaba... Mahoma con una bomba podía ser una denuncia de la instrumentalización de la religión por parte de terroristas", escribió Charbonnier poco antes de ser asesinado.
Los adelantos fueron publicados este miércoles por la revista "Le Nouvel Observateur".
Charb acusó a las voces críticas de demostrar un "paternalismo execrable de intelectuales burgueses, blancos y de izquierda" y aseguró no tratar el Islam en sus publicaciones de un modo distinto que otras religiones. "Si uno da a entender que se puede reír de todo salvo de ciertos aspectos del Islam porque los musulmanes son mucho más sensibles que el resto de la población, ¿qué otra cosa sería eso si no discriminación?", lanza.
Charb va un paso más allá al decir que "quienes tachan de islamófobos a los dibujantes de 'Charlie Hebdo' cada vez que un personaje lleva barba no sólo son deshonestos o maliciosos sino que además dan su respaldo al Islam que se conoce como radical".
El redactor no da el brazo a torcer al referirse a los extremistas religiosos. "En resumen, el problema no es ni la Biblia ni el Corán, esas novelas letárgicas, incoherentes, mal escritas, sino el creyente que lee el Corán o la Biblia como se lee la instrucción para armar un estante de Ikea."
Los hermanos Chérif y Saïd Kouachi atacaron a principios de enero la redacción del semanario en París y mataron a 12 personas, entre ellos a nueve periodistas. La redacción ya había sido asaltada en 2011 por desconocidos. Los reportes indican que Charb estuvo trabajando en el libro hasta dos días antes de morir.
Pn/co
DPA
