La pareja se ha visto en todo momento con un look relajado y muy cercanos a sus fieles seguidores.
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Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, se tomó un breve receso en la extenuante gira que realiza el matrimonio por Australia, para así poder descansar e incorporarse a las actividades con más energía.
Recordemos que la duquesa de Sussex anunció su primer embarazo recién el pasado lunes, es por esto que se tomo un pequeño descanso, para así reaparecer este lunes en la Isla Fraser, donde una multitud la esperaban para saludar.
En esta oportunidad la ex actriz llamó la atención de todos los presentes, debido a que volvió a romper el estricto protocolo real que existe para el vestuario. En esta ocasión Meghan lucía un vestido largo, ajustado de líneas verticales, el que no cubría sus hombros, además de tener abertura en los costados hasta el muslo. Dos de las características prohibidas para las mujeres que integran la familia real.
Lo otro que rompió por completo el protocolo, es que Markle lucía unas sandalias romanas de Sarah Flint, debido a que los "Zapatos abiertos son considerados un calzado informal e inapropiado para ocasiones formales", según informó a Harpers Bazaar Willian Hanson, especialista en etiqueta.
Durante toda la visita, Meghan ha sorprendido con un estilo relajado y sencillo, los que han favorecido a lucir su vientre de embarazo.
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