El británico venció a Gilles Simon por 6-4 y 6-3 y enfrentará en el juego decisivo al español Roberto Bautista-Agut.
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Para ganarle a Gilles Simon hay que tener la paciencia de la roca que perfora el agua, pasar muchas pelotas y esperar más de lo habitual para definir con un tiro ganador. Todo eso lo tiene Andy Murray, un tenista que además se ser estratega cuenta con la fortuna de un juego completo en todos los golpes. El escocés venció al francés por 6-4 y 6-3 y alcanzó su tercera final en el Masters 1.000 de Shanghai.
El dos del planeta ganó el 64% de los puntos con su primer saque, rompió el del galo en seis oportunidades y sumó cinco errores no forzados contra siete de su oponente. Después de una hora y 43 minutos de juego, Murray estará de nuevo en una final de Shanghai, evento en el que ya levantó el trofeo en 2010 y 2011.
Ahora, Andy deberá vencer al español Roberto Bautista-Agut para sumar su corona número 13 en eventos de esta categoría. Ambos tenistas se han enfrentado dos veces con la misma cantidad de victorias para el británico (Múnich 2015 y Wimbledon 2014). Recordemos que Murray ya ganó este año en Roma y llegó a la final de Cincinnati perdiendo con el croata Marin Cilic.
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