Una espectacular ceremonia de cierre se vivió en el Maracaná durante tres horas. Se apagó el fuego de los JJ.OO. en Brasil.
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Fueron alrededor de dos horas y media de show, bailes, canciones, el carnaval típico de Brasil, videos de las participaciones de los atletas, un podio que aún no había coronado a los medallistas del maratón... Palabras de agradecimiento de parte de los anfitriones y un adelanto de Tokio 2020, los próximos Juegos que se vendrán. Y más. Se desató un tremendo espectáculo en el Maracaná a modo de ceremonia de cierre. La fiesta musical siguió en medio de la nostalgia. Una nostalgia olímpica.
Se sintió de manera fuerte esa especie de melancolía cuando el agua comenzó a llover sobre el pebetero y apagó por completo la llama que ardió durante 16 días. Fin. Río 2016 es pasado, luego de que la actividad y las múltiples disciplinas colmaran unas 16 de las 24 horas de cada día. Los JJ.OO. eran la noticia deportiva de cada día. Marginaban cualquier otro evento. Significaban lo primordial. Prácticamente no existía ni daban lugar a ningún otro acontecimiento.
Todas las miradas se ramificarán desde ahora, cada una hacia el calendario del deporte en su particular interés. Ya no estarán fusionados todos en un mismo lugar, en una misma pantalla. Se acaba por cuatro años un evento único, magnífico, de emociones incomparables.
Se esfumaron los Juegos Olímpicos. Se disfrutaron al máximo mientras duraron. Unos 1.434 días deberán transcurrir hasta la extraordinaria próxima cita. El adiós fue en portugués y el próximo recibimiento será en japonés. Las ilusiones olímpicas empiezan a trabajar desde este lunes de cara a un nuevo lapso y con la mente en poder arribar al escenario de los siguientes Juegos. La llama se apagó. Pero el fuego en cada atleta por la pasión en su disciplina y por esa esperanza que le despierta este histórico evento continúa fuertemente encendida.
