Las dos debutantes tratan de seguir con vida en la Eurocopa y soñar con repetir la hazaña de República Checa en 1996, finalista en su primera participación.
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El partido promete. Tanto Gales como Irlanda del Norte vivieron grandes duelos en el desaparecido campeonato denominado como la Home Nations Cup, pero ahora el objetivo es mayor, un botín que ni los más optimistas podían soñar: colarse entre los ocho mejores de la Eurocopa .
Si algo está caracterizando a esta edición del torneo continental es por el extraordinario papel realizado por las cinco selecciones debutantes.
Sólo Albania no pudo superar la primera fase. Un éxito compartido por Eslovaquia, Islandia, Gales e Irlanda del Norte, con el premio mayor, para estas dos últimas de acceder a cuartos y emular a la República Checa y a Croacia en 1996, los únicos que hasta ahora habían pasado de fase en su primera puesta de largo en una Euro.
Ramsey y Bale son las armas del ilusionado Gales, con un país volando detrás suyo. Los norirlandeses cuentan con menos nombres, pero la misma ilusión, además de otra colorida y animosa hinchada, posiblemente la más original, tratando de mirarse en el espejo de los checos, quienes no sólo se clasificaron en la fase de grupos sino que se colaron en la gran final. Palabras mayores.
