Federico Delbonis firmó el 3-2 ante Croacia al barrer a Karlovic y los argentinos se abrazan a la Ensaladera para saldar la deuda eterna.
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El día soñado por Argentina se hizo realidad. Este 27 de noviembre de 2016 quedará en la historia a causa de su primera consagración en la Copa Davis: superó 3-2 a Croacia en condición de visitante y se adjudicó la ansiada Ensaladera.
Luego del épico triunfo en casi cinco horas de Juan Martín del Potro, quien sobrevivió a un 0-2 en sets ante Marin Cilic y mantuvo las chances de los sudamericanos en la final, Federico Delbonis saltaba al cemento indoor del Arena Zagreb a definir ante el gigante Ivo Karlovic. Por ránking y superficie, el sacador croata asomaba como favorito, aunque en la cancha se vio otra realidad completamente distinta: 6-3, 6-4 y 6-2 en 2h10m para el zurdo para desatar el festejo alocado.
La frialdad, precisión y fineza caracterizaron al azuleño para sacar pequeñas diferencias frente a un rival que no otorga ritmo a partir de su potente servicio y que en su intención de acortar los puntos se lanza para cubrir la red y cerrar adelante.
Pero fueron dos facetas distintas: de un lado de la red, las devoluciones y los passings fueron letales de parte de Delbo, mientras que al local se lo vio apático, sin mayores recursos y, cuando su principal arma lo abandonó, no tuvo manera de superar al sudamericano desde el fondo de la cancha.
El encuentro empezó con mayor dificultad para el visitante, que debió remontar un 0-30 en sus dos primeros juegos de saque, mientras el europeo sostenía con mayor comodidad. Aunque el golpe lo dio Delbo, ya que el quiebre lo consiguió en el sexto game y esto le permitió escaparse hacia la ventaja.
Historia similar sucedió en el segundo, sólo que ambos debieron sortear dificultades en sendos juegos de servicio para mantenerse. Y hasta el 4-4 se mantuvo la paridad, cuando Delbonis rompió el saque del largo jugador de 2,11 metros de estatura y se escapó con solidez para abrochar el segundo capítulo.
Sólo un set separaba a Argentina de la gloria en la Davis. Nunca tan cerca. Jamés. Era una situación inédita. Y esta condición la validó el azuleño de 26 años, que se mantuvo sobrio, con sus passings quirúrgicos que esquivaron las voleas de Karlovic y la máxima concentración como cualidad principal.
Dos quiebres consiguió Delbonis, quien arrasó y no perdonó al grandote croata en el tercer parcial. La energía y vehemencia del zurdo voltearon al desanimado local y los argentinos explotaron en la celebración. El grupo confeccionado por Daniel Orsanic, que se basó en la unión de grupo y humildad para acompañar a las condiciones tenísticas y aptitudes innatas de cada uno de los integrantes, le dio la Copa Davis por primera vez en la historia a esa nación.
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