Los albos ganaron 3 a 0 a un duro Huachipato en un entretenido encuentro que lo consagró como los mejores del Transición.
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El cielo volvió a teñirse de blanco. Colo Colo cumplió con la tarea de vencer a Huachipato al imponerse por 3-0 y logró el título 32 en la historia al quedarse con el torneo de Transición 2017.
Durante los primeros minutos el elenco albo tuvo el control del esférico pero sin la profundidad necesaria para concretar en el arco de Carlos Lampe. Fue recién sobre los 19' que un tiro de Jaime Valdés logró inquietar al portero boliviano, quien tuvo una gran reacción para enviar el balón al córner.
Con el correr de los minutos la posesión se fue igualando, principalmente gracias al aporte de Yeferson Soteldo para los acereros, pues el pequeño volante fue un dolor de cabeza para la zaga de los santiaguinos.
Antes del final de la primera etapa, los hinchas del popular sudaron frío luego de que una buena carrera de Soteldo terminara en los pies de Javier Urzúa, quien remató al arco, obligando a una genial intervención de Agustín Orión para salvar su portería.
Tras el descanso el técnico Pablo Guede decidió apostar a mayor velocidad por la banda derecha, sacando a Luis Pedro Figueroa en reemplazo del juvenil Berríos. Y si bien la primera jugada de peligro no pasó por los pies del "Topo", el cacique si estuvo cerca de anotar en el 48', cuando un defensor rival despejó de mala forma y el esférico chocó en el palo.
En el 67' el joven Berríos volvería a tener protagonismo luego de capturar un rebote en el filo del área chica, pero su definición fue mala y los aficionados volvieron a tomarse la cabeza, concientes de que en Santa Laura Unión Española cumplía y vencía a Everton.
Pero el desahogo llegó en el 73'. Luego de un discutible penal por mano en el área, Jaime Valdés no dudó al tirar el lanzamiento desde los doce pasos y desató la fiesta blanca en Ester Roa.
Ya con mayor confianza, un contragolpe en el 82' terminó en los pies de Octavio Rivero, quien a través de un derechazo potente dejó sin opción a Lampe y dejó el título prácticamente en sus manos. Casi sobre el final, Nicolás Orellana sentenció la tarea.
Finalmente el pitazo del juez decretó que los albos tengan una nueva estrella, la 32, en sus vitrinas, además de asegurarse un cupo en Copa Libertadores como Chile 2.
PURANOTICIA / ATON
