El equipo merengue se impuso por 3-1 en Kiev con un doblete de Bale y un tanto de Benzema para conseguir su tercer título seguido.
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Real Madrid volvió a bañarse de gloria en Europa tras derrotar por 3-1 a Liverpool, en una emotiva final disputada en el Estadio Olímpico de Kiev. Los Blancos continúan como indiscutibles reyes al firmar la 13ª UEFA Champions League de su historia.
Perseverancia, picardía, ocurrencia, talento, los distintos adjetivos que se ajustan a los dos goleadores merengues de la noche en Ucrania, Karim Benzema y Gareth Bale, quienes anotaron los curiosos tantos para llevar a su equipo a la consagración en esta competencia por tercer año consecutivo.
El partido, que tenía el control del conjunto inglés, cambió radicalmente desde la salida de una preocupante lesión en el hombro izquierdo de Mohamed Salah. Desde ese momento, los Reds se desinflaron y el elenco español tomó territorio para equilibrar las cifras en el campo rival. La lesión de Dani Carvajal, también afectó a los vigentes campeones.
Fue recién en el segundo tiempo, de todas maneras, cuando se produjo la apertura del marcador: Loris Karius tomó un balón que le llegó al área y quiso salir jugando rápido con su mano. El francés Benzema, al acecho, estiró su pìerna e impactó la pelota, la cual rebotó y rodó suave hacia el arco vacío.
La ventaja por la mínima, igualmente, duró poco, ya que Sadio Mané se anticipó a Keylor Navas en el área chica luego de un cabezazo por el segundo palo de Dejan Lovren.
A los 15 minutos, Zidane llamó a Gareth Bale para que reemplazara a Isco y el galés respondió de manera sorprendente: se las ingenió para recepcionar, de espaldas al arco, un centro de Marcelo; con una acrobacia -especie de chilena- dejó atónito al mundo.
Pero Bale tendría una aparición más a partir de su disparo desde afuera del área que no pudo contener Karius y, en su noche pesadilla, vio cómo el balón se le escurrió hacia adentro del arco.
El temible conjunto de Jürgen Klopp fue una nueva víctima de la bestia blanca. Una vez más, el máximo ganador en la historia de la competición se hizo fuerte, hizo pesar su jerarquía y neutralizó las capacidades de su rival, que quedó claramente diezmado ante la marcha de Salah y luego nunca encontró la peligrosidad que lo caracterizó.
El Madrid es el rey de Europa y cierra con una sonrisa enorme una temporada que parecía compleja.
PURANOTICIA / DIRECTV SPORTS
