Cristiano Ronaldo fue una de las figuras del encuentro que se veía como una final anticipada.
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Le mostró la credencial. Plasmó su peso histórico, su conocimiento en este tipo de circunstancias en la UEFA Champions League y consiguió festejar frente al equipo de los millones. A Real Madrid no lo amedrentó la visita de Neymar, Edinson Cavani, Kylian Mbappé y compañía. Tampoco se amilanó por la pobre actualidad que vive. Con autoridad y eficiencia, el equipo de Zinedine Zidane derrotó por 3-1 a Paris Saint-Germain en la ida de los octavos de final e irá a Francia con una ventaja clave.
Adrien Rabiot se encargó de romper el cero en el marcador, pese a que el local había insinuado mayor energía en el arranque. La presión y las ganas no influyeron en el resultado para el conjunto español, que se vio abajo en el resultado por el tanto del galo a los 32 minutos.
Sin embargo, la cancha se volvió a inclinar para el Real, mediante la aparición de Cristiano Ronaldo, quien sacó crédito de la pena máxima a favor y desde los 12 pasos igualó el juego.
El segundo tiempo fue mejor para PSG, que dominó y atacó con vehemencia, pero careció de profundidad. Y allí fue cuando aprovechó el elenco merengue. Con el cambio de aire que aportó Marco Asensio y su centro incisivo que obligó el rebote de Areola, CR7 actuó a puro reflejo y empujó el balón con su rodilla izquierda al arco libre.
El visitante acusó el golpe y quedó de rodillas ante el poderío del portugués, que otra vez se salió con la suya y destacó en Champions. Sobre el final, el último cachetazo fue obra de Marcelo, el incansable brasileño que no se cansó de proyectarse por izquierda y generar jugadas de peligro. El zurdo liquidó la historia, le otorgó mayor diferencia a su equipo y ahora le tira la presión al conjunto de los millones, que deberá remar cuesta arriba en el Parque de los Príncipes para revertir frente al que este miércoles demostró por qué es el campeón y 12 veces ganador de la Liga de Campeones.
PURANOTICIA / DIRECTV SPORTS
