¿Te complican pero los amas? Cinco tips para usar brillos

En vestidos, pantalones, minis o accesorios, las lentejuelas vienen con todo. Te mostramos cómo usarlas sin que parezcas cualquier cosa.

Martes 16 de septiembre de 2014 a las 12:07 horas

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Pura Mujer

1- Tu imagen. La imagen que proyectamos muestra nuestra identidad y nuestros gustos. No todas tenemos el mismo estilo y no todas se sienten cómodas con prendas brillantes.

 

En esos casos, pueden animarse a incorporar los brillos en pequeños detalles, como parte de la estética de calzado, en tonos de maquillaje y hasta en esmaltes.

 

Por su parte, las mujeres llamativas se sentirán a gusto con esta tendencia. Pero tienen que tener cuidado de no incorporarla en exceso porque se crearían múltiples centros de atención y demasiado ruido en la imagen en lugar de proyectar una estampa armónica y sobria.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2- El contexto. Además de respetar el estilo propio, es necesario ser conscientes del lugar en que se utilizarán los géneros con brillos. Culturalmente, existe la percepción de que es aceptable incorporarlos por la noche o para eventos de mayor importancia… ¡pero ahora es posible usarlos durante el día!

 

Para lograr un look radiante bajo el sol, se intenta combinar los brillos con prendas en tonos claros, preferentemente neutros, como el marfil, el beige y tonos pastel.

 

Los brillos también pueden usarse con neutros más oscuros, como los grises, pero con la cautela de que las lentejuelas o la pedrería sean de tonos más claros para no llevarlo a un look demasiado nocturno.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3- Tu cuerpo. Los brillos dan la sensación de mayor volumen en la zona en que están colocados, por lo que siempre deben elegirse según el tipo de cuerpo.

 

Por ejemplo, una mujer de caderas anchas y hombros más estrechos se verá muy bien incorporando los brillos en prendas superiores. Si lo hiciera al revés, no lograría dar la sensación de una silueta de tipo "reloj de arena", que es el tipo de cuerpo considerado culturalmente ideal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4- La ubicación. Donde sea que se coloquen, es exactamente hacia donde irán las miradas, por lo que, más allá de tener en cuenta el tipo de cuerpo que se tenga, también se debe procurar que el brillo esté en los puntos que se desean resaltar, incluyendo escote, hombros, piernas, cadera o cintura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5- Tomarse el tiempo necesario. Si no se está acostumbrada a vestir con brillos, deberían incorporarse gradualmente para que la imagen que nos devuelva el espejo no parezca demasiado diferente o poco representativa de quiénes somos. En este sentido, cada una tiene sus tiempos y lo ideal es empezar incorporando los brillos solamente en parte de algunas prendas o en accesorios (incluyendo los zapatos), pero sin cubrir gran parte del cuerpo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

pn/gm