Moteles: Mitos y verdades descritos por una experta

Muchas mujeres nos cerramos a la hora de pensar en ir a un motel pero qué pasaría si los mitos que rondan sobre estos lugares fueran falsos ¿Irías?

Martes 15 de abril de 2014 a las 19:33 horas

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Pepita2Puntos es el seudónimo de la mujer autoproclamada “adicta a los moteles” quien es la protagonista de esta entrevista que analiza los distintos mitos que existen referente a los moteles. ¿Son sucios? ¿Te graban? ¿Se escucha todo lo que haces? Averígualo a continuación.

 

Son sucios: “A ciencia cierta, mientras recordaba con Sabrina mi primera visita a un motel, ésta siempre fue mi máxima preocupación. Sin embargo, después de haber recorrido algunos moteles les puedo decir que depende de cuánto pagues es cuán limpio está, por ejemplo hace un par de años fui a un Hotel en el centro llamado Buenos Aires, bajo presupuesto, poca higiene, en síntesis las pulgas atacaron mi cuerpo; sin embargo casos como el PopLife Hotel, Hotel Cuore, V Motel Boutique, Hotel Patriotismo, u otros que entran en la categoría “Motel de 5 Estrellas” desinfectan todo, inclusive la tasa de baño tiene un cintillo de seguridad.

 

Es asqueroso acostarse en sábanas que tienen fluidos corporales de alguien más: “Aquí aplica mi consejo basado en la observación constante: Las sábanas siempre veo que las quitan, pero las colchas no, así que yo lo primero que quito (inclusive antes de la ropa) es la colcha.”

 

Hay parejas a las que las han grabado para subirlas a páginas pornográficas: “Mentiría si les digo que ya revisé la amplia colección de películas porno piratas del tipo “Moteles de Tlalpan 3”, sin embargo, nadie me ha reconocido y, según algunos de los hombres con los que he visitado algunos moteles, no se escuchan ecos que atestigüen la existencia de cámaras, ni he logrado encontrar espacios “sospechosos” donde pudiera haber cámaras.”

 

 Podría encontrarme con algún conocido: “Típico: tu primera vez en un motel y te quieres esconder en el asiento de atrás y/o usar sombrero y lente oscuro. Sin embargo, les puedo decir que sólo en una ocasión me he topado con un conocido y en esa ocasión mi razonamiento fue: “Si él está aquí, es igual de gozoso que yo, así que da igual” (ni me saludo y jamás hablamos del tema en ninguna conversación). Ahora, a modo de consejo y sólo por precaución, eviten zonas donde saben que estará su jefe, sus padres o el amante, no siempre vayas al mismo motel y diversifica tu catálogo.”

 

Se escucha todo: “Sí, en algunos moteles no tienen la precaución de poner paredes gruesas o doble vidrio en las ventanas, pero eso en ningún momento puede limitar el placer. Puedes poner música a todo volumen o bien, competir para ver quien grita más.”

 

Es lo mismo un hotel que el cuarto de mi casa: Quizá porque soy una adicta a los moteles, pero yo no lo creo así. Los moteles son “lo desconocido” un terreno neutral donde lo “común” y “normal” quedan fuera. Además, muchos tienen elementos que favorecen la sensualidad y el gozo, como el sillón del amor, el preservativo a la mano, el columpio del amor, las esposas, los tubos, la iluminación tenue, etc… En realidad es que para eso son: “para disfrutarnos con mayor intensidad, e inclusive mayor facilidad”.

 

Todos van a notar que acabo de salir de un motel: Aquí depende mucho de ti, el motel te proporciona secadora, cepillo de dientes, shampoo e inclusive puedes pedir loción, pero si tú no revisas si te abotonaste bien tu vestido, no acomodaste bien tu cabello y sonríes de placer pues obvio todos lo notaran.

Qué tal si el gasto sale en mi estado de cuenta: Para este mal existe eldinero en efectivo, aunque debo decirles que he descubierto que pocos moteles tienen como razón social “Hotel de Paso 2”, sino que lo disfrazan con “Servicio de Paso A”, o algo así.

 

Hay prostitutas: Sólo en un par de ocasiones me he encontrado señoras con tangas de fuera y medias rotas (es decir el cliché de la prostituta), de ahí en fuera si son prostitutas ni me he dado cuenta.

 

PN/OSH.