Profesor canadiense quedó horrorizado en Villa Alemana con sistema educacional

Impactante testimonio de Juan Carlos Gaete.

Jueves 16 de mayo de 2013 a las 08:12 horas


Quinta Región

Juan Carlos Gaete nació en Chile, pero a los 7 años emigró a Canadá donde se formó como profesor de música e inglés. Tras recorrer varios países decidió volver a Chile al enterarse del programa de gobierno "Chile aprende inglés", pese a que tenía ofertas desde la universidad de Beijing en China.

 

A final de agostó llegó a Villa Alemana, donde finalmente llegó a un aula: “Me llaman de una escuela en Villa Alemana y me piden que haga clases de música. Fui y ha sido lo más horrorizante que he vivido. Es una selva y consulté con Valparaíso, Quilpué y me dijeron que me iba a encontrar con la misma experiencia en todos lados", manifestó a la Estrella de Valparaíso.

 

Agrega que no vio disciplina, ni respeto para el profesor. Dice que en nuestro sistema educacional el docente está humillado, desautorizado, lo que según su punto de vista la culpa es de las autoridades de educación del gobierno.

 

"A las tres semanas dije, no puedo, esta es una falta de respeto y me salí. En las salas los niños no me escuchaban pese a que les llamaba la atención. Volaban los papeles, avioncitos, las chicas de 16 años echaban garabatos al lado mío en la sala. Todo tiene que ver con la sexualidad y el perreo de niños de todas las edades. A mi me sorprendió, nunca vi algo así. En Canadá hay disciplina y respeto", indicó indignado.

 

"En el colegio donde estaba, los chicos atrevidos me decían 'póngame dos observaciones si quiere', tienen seis hojas de observaciones y les da lo mismo, a uno lo amenacé y le dije te voy a poner un 1.0 si no me traes el trabajo y me dijo, 'póngame dos unos si quiere', un chico de octavo año", contó sorprendido.

 

Se lamentó de que los profesores estén atados de manos y no puedan hacer nada por imponerse. Asegura que los recursos están mal gastados, y que el procedimiento adoptado en Chile no es el adecuado y que así las cosas, la educación nunca va a mejorar.

 

"Yo hablé con otros profesores y están mal. Me decían que aparte de poner observaciones no pueden hacer nada. En una oportunidad eché de clases a una niña de sexto año por insolente. Salió de clases, y la pillé justo cuando le iba a dar un puntapié a la puerta y me hizo un gesto como diciendo '¿y qué?'. Después vino el inspector me dijo que ella no podía estar afuera", concluyó su amargo relato.

 



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